La memorable y legendaria Plaza Mayor De Cajamarca es, para la humanidad , la de mayor trascendencia y significado histórico del continente americano . El fatal momento de la caída del imperio incaico acaecido el 16 de noviembre de 1532 se llevo a cabo en la Kancha del antiguo asentamiento incaico de los Cassamalcas donde es actualmente la Plaza Mayor y ; que significo el ultimo final del dominio de una de las civilizaciones más importantes de la América del siglo XVI.
Luego de 1532 la ocupación española empezó a sucederse en Cajamarca al igual que las demás ciudades hispanoamericanas que se asentaron en la América colonizada . El urbanismo colonizador basada en los patrones que establecieron Felipe II y Carlos V , según los tratados de Vitrubio , determinaron la traza de las ciudades tipo renacentista de remoto Origen Romano , es decir el Clásico damero con su calles que se cortaban perpendicularmente y que conformaban los bloques de edificaciones denominados manzanas y en donde se asentaban las viviendas de los colonizadores así como los edificios como eran el cabildo , el corregimiento , la Iglesia matriz entre otros ; todos generados alrededor de la Plaza mayor que consistía en un espacio libre equivalente en extensión a una manzana emplazada en el centro geométrico de la ciudad . Sin embargo , por razones de arduo debate histórico , en Cajamarca se da una ocupación urbana sui generis por cuanto se aprecia un elemento atípico ubicado contiguamente a esta Plaza denominado la Casa del cacique, conocido actualmente como el Cuarto del Rescate y que seguía mirando incólume , al menos hasta fines del siglo XVIII, hacia el principal espacio de la nueva ciudad . Con el discurrir del tiempo , la única edificación inca que pervivió inmersa en la traza urbana del nuevo asentamiento que se desarrollaba con la tipologia traída por los europeos, fue subyugándose a las nuevas formas de la naciente ciudad , mas , en el interior de dicho bohío, permanecía firmemente el recuerdo y la memoria de Atahualpa .

Hoy , la Plaza Mayor de Cajamarca luce remozada , siempre acompañada de sus dos colosales iglesias y su pileta de tasa octogonal, atenta a los sucesos que marcan la historia de Cajamarca, como aquel nefasto episodio de 1532.
FUENTE: Arq. Fernando Silva Martos - Decano Colegio de Arquitectos de Cajamarca